El Intendente ya tiene decidido
no ir por una nueva reelección e intentaría ser electo diputado en octubre
próximo, buscando los fueros que lo blinden ante las denuncias de Elisa Carrió.
Quiénes se anotan en la carrera del oficialismo para reemplazarlo.
Lo que tantas veces se escuchó en
forma de rumor esta vez está confirmado: Julio Pereyra decidió no volver a
presentarse como candidato a Intendente de Florencio Varela en 2019.
Aunque la ley que limita las
reelecciones todavía le da la posibilidad de tener un mandato más, el hombre
que conduce los destinos del distrito desde hace un cuarto de siglo ya confirmó
a su círculo íntimo que su ciclo como jefe comunal está concluido.
La salida de escena de la
principal figura política de la ciudad abre un extenso abanico de posibilidades
y también, reaviva los apetitos de los que van por su sucesión.
Ya están listos –desde hace rato-
para buscar la anhelada silla su Secretario de Gobierno, Andrés Watson y el
concejal y Secretario General de los Municipales, Darío D´Aquino. Pero la gran
novedad es que habría dos «tapados» que hasta ahora nadie había mencionado:
Mario Kanashiro y el Contador Daniel González, ambos funcionarios de esta administración.
La posible aspiración de González
contaría con el muy especial aval del propio Pereyra, que lo reconoce como el
cerebro económico de su gabinete. La confrontación con Watson parece aquí
insalvable: mientras uno lleva los números, el otro lleva la gestión. La
relación entre ambos no pasa de lo meramente laboral.
Más rezagados quedaron ciertos
concejales que a lo sumo tendrán la oportunidad de volver a meterse en la
futura lista en las Elecciones de este año, mientras que otros, históricos en
algunos casos, ni siquiera serán tenidos en cuenta a la hora de armar la boleta
que Pereyra aspira sea única para las PASO y para las generales que vienen.
El Intendente sabe que «el horno
no está para bollos» y no quiere divisiones dentro de su espacio. Por eso ya
adelantó a su gente que el oficialismo tendrá una sola lista, en la que cada
sector logrará una representación, cuyo porcentaje será decidido por él. D´Aquino,
de la 8 de Noviembre, y Carasale, de la Tupac Amaru, no podrán quedar afuera de
la nómina. Tampoco algún joven de la Cámpora o algún histórico miembro de la
«30». Pero ya se sabe: no habrá lugar para todos.
El problema para los varelenses
si el pereyrismo gana, es que sus discípulos solo saben obedecer y seguir
recetas que han dado resultados por años pero solo para enriquecer amigos del
poder, generar un sistema de cajas para las campañas, poner a dedo funcionarios
sin importar su eficacia y si suman a mejorar la calidad de vida de los
varelenses, y ningunear o bajarle el precio a la gente que verdaderamente desea
hacer cosas por el distrito.
El sistema de empobrecimiento
crónico deliberado para construir poder político a base de conseguir votos
baratos en los nuevos asentamientos, seguirá vigente
porque los candidatos Pereyristas, además de no estar preparados para generar
desarrollo económico, han demostrado en más de una ocasión que “sencillamente
no les interesa”. Solo les interesa el poder para administrar los más de 1.200
millones de pesos por año del distrito. Eso es lo que ha dejado la escuela política
pereyrista y sus funcionarios y dirigentes lo han apoyado por décadas.
Después de 25 años de generar funcionarios y amigos del poder ricos, no es creíble que salgan a decir en campaña que desean luchar contra la pobreza.
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