Este viernes la comunidad
varelense amaneció consternada por la profanación de 181 tumbas en el
cementerio municipal, pertenecientes a los sectores K y L del predio. Las
principales sospechas apuntan a una complicidad de los serenos, debido a la
gran cantidad de nichos que fueron destruidos y la falta de reacción de
lostrabajadores del cementerio, en lugar
de llamar a la policía.
Ubicado entre las calles Juan
Manuel Savio y Esteban Pisani, en el barrio de Santa Rosa, la lejanía del
cementerio al centro de la ciudad lo vuelve propenso a la vista gorda de las
autoridades municipales.
No es la primera vez que se
denuncian hechos de estas características en el cementerio. En el año 2015
empleados del lugar manifestaron ser víctimas de malos tratos, además de serias
irregularidades como sepulturas dobles, fosas comunes y reventa de coronas y monumentos.
En el año 2016 El altar de la capilla
fue incendiada por vándalos, que ingresaron durante la madrugada cuando no
había vigilancia y destruyeron un lugar sagrado que visitan a diario cientos de
vecinos.
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