Tras la salida de Francisco
Echarren, la Gobernadora no quiere nuevas figuras.
María Eugenia Vidal enfría la
llegada de Walter Queijeiro a su gabinete. La Gobernadora no quiere que se
sumen nuevas figuras, en particular después de la salida de Francisco Echarren
del gabinete, a pocos meses de haber asumido.
La incorporación de ‘El Sapito'
era confirmada ayer en off the record por un sector del gobierno. Sin embargo,
Vidal aún no lo tiene tomada la decisión final. Es que la estrepitosa salida de
Echarren generó un debate en el Ejecutivo sobre cuál es la ganancia de sumar
figuras extrapartidarias.
Echarren anunció su salida la
semana pasada por diferencias con la Gobernadora. Según trascendió, la ‘Agencia
de Hábitat' que le habían prometido no tuvo ningún tipo de avance. Pero además,
el funcionario dejó entrever una vuelta al kirchenrismo.
Queijeiro tenía cerrada su
incorporación de la mano del ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre. Este
último fue su padrino político cuando decidió ser concejal en Quilmes pero además,
viene estrechando vínculos con el PRO y desde la llegada del nuevo gobierno
mantiene una excelente relación con el intendente de Quilmes, Martiniano
Molina.
Queijeiro iba a reemplazar en el
cargo a Ignacio Crotto, que cumplía esa función en el gobierno de Daniel Scioli
pero como secretario, y luego Vidal lo mantuvo pero como subsecretario
dependiente del ministerio de la Producción.
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